Soy un guardador de rebaños.
El rebaño es mis pensamientos
y mis pensamientos son todo sensaciones.
pienso con los ojos y con los oídos
y con las manos y los pies
y con la nariz y la boca.
Pensar una flor es verla y olerla
y comer un fruto es saberle el sentido.
Por eso cuando en un día de calor
me siento triste de gozarlo tanto,
y me acuesto en la hierba,
y cierro los ojos calientes,
siento todo mi cuerpo acostado en la realidad,
sé la verdad y soy feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario