Un cuaderno de pastas duras para llevar en el bolsillo de la trenka. Apoyarlo en las rodillas y poder escribir todo aquello nos sacia los anhelos de belleza. Bocetos de incertidumbres y utopías. Una estilográfica de tinta azul.
Esther Tusquets y Miguel Delibes fotografiados en un soleado dia de invierno de 1961 por Oriol Maspons.
Ayer lunes falleció Esther Tusquets,fundadora y alma mater de la editorial Lumen, aparte de escritora. Hoy apenas llegan ecos de su desaparición. El tiempo devora todo, en estos tiempos de velocidad y desmemoria. La fotografía que encabeza el texto, la encontré en un Babelia de hace años. Luego se ha sabido de su trasfondo real. Yo imaginaba a Esther tomando el sol en una mañana fría en la vieja castilla. Al lado Miguel oteaba concentrado el horizonte despejado castellano. Tal vez manchado por la silueta veloz alguna liebre o conejo. En las memorias de Esther se descubre la realidad. Era el viaje que hacían los tres personajes citados: Tusquets, Delibes y Maspons. Preparaban la edición de La caza de la perdiz roja, escrita por el vallisoletano e ilustrado por el fotógrafo barcelonés. El escritor tenia 41 años, la editora 24, y el fotógrafo 32 inviernos. La noche anterior a esta instantanea, la bella editora había perdido la virginidad en brazos del barcelonés en un hotel de Castilla la Vieja. Desde este viaje por la sobria y hermosa Castilla, Esther y Delibes fueron amigos a muerte.