La inmensidad del pensamiento libre y de nuestra ira desbordándose por los labios.
Los futbolistas de antes. Los goalkeeper. Sin tiempo de dar ruedas de prensa. Jugaban y se divertían.
Las briznas del elegante otoño con gabardina y paraguas blanco.
Un tazón de arroz con leche humeante escuchando a
Los Beatles en la azotea despidiéndose de casi todos a ritmo de Get Back.
Pero no regresaron. Una pipa humenate de un viandante sorprendido.
Los bobbys de negro conteniendo a la masa. Las miradas desafiantes entre John y Paul.
Una buena chimenea. Un abrazo lento y cálido antes de dormirse.
Un cuento susurrado mientras haces la cena.
La olla macerando la carne y la verdura. Estofado con hierbas aromáticas de los tonos de
este noviembre que ya salpica los cristales de agua azulada y viento salado.
¿Hay algo qué nos guste más...?