La película Ida, es una de esas cintas que te introducen en su alma y te atrapan desde que sales del cine y no te sueltan en años. Rodada en un hermoso blanco y negro, rodada en un formato inhabitual: el cuadrado 4:03, con una historia ambientada en la Polonia natal del director. Interpretaciones soberbias, acompaña los silencios de unos temas musicales elegidos con enorme acierto y sensibilidad. No quiero contar nada más de esta maravilla de del polaco afincado en Alemania Pawel Pawlikovsk. Pausa, ritmo, poesía. En su BSO: Coltrane, Bach...