El pasado martes, "dieron" en la 2 de TVE, una pequeña obra maestra del cine español. El nido de Jaime de Armiñán. Obra olvidada, trasnochada, sentimental, poética, y todos los calificativos que se os ocurra agregar...
La fotografía es de Teo Escamilla, con unos encuadres de ese paisaje invernal y soleado de la vieja Salamanca y sus campos de encinas. El guión es del propio director y nos invita a escucharlos con calma, con retranca y filosofía. Los personajes se mueven como pez en el agua.
Don Eladio el cura (Luis Politti), el jubilado Don Alejandro (Hector Alterio), Lady Goyita (Ana Torrent), y la maestra Patricia Adriani, el sargento Agustín Gonzalez, el padre de la perversa e infantil niña: Ovidi Montllor.
La fotografía es de Teo Escamilla, con unos encuadres de ese paisaje invernal y soleado de la vieja Salamanca y sus campos de encinas. El guión es del propio director y nos invita a escucharlos con calma, con retranca y filosofía. Los personajes se mueven como pez en el agua.
Don Eladio el cura (Luis Politti), el jubilado Don Alejandro (Hector Alterio), Lady Goyita (Ana Torrent), y la maestra Patricia Adriani, el sargento Agustín Gonzalez, el padre de la perversa e infantil niña: Ovidi Montllor.
Pinceladas soberbias de la vida en el pueblo: con los chismorreos y juicios populares, la amistad entre el cura y el jubilado viudo, el ir o no ir a misa los domingos. Reflexiones en voz alta y certera y nada ñoña descripción del gris mundo rural medieval.
El amor inocente y el cariño entre el melómano y la actriz niña. Los mágicos mundos de la naturaleza y el canto de los pájaros, alrededor de los discos encerrados en el nido del solitario y aburrido jubilado.
El amor inocente y el cariño entre el melómano y la actriz niña. Los mágicos mundos de la naturaleza y el canto de los pájaros, alrededor de los discos encerrados en el nido del solitario y aburrido jubilado.
Una película que tiene un arranque que consigue sostenernos dentro de ella hasta el último minuto. Poesía musical y visual. Guion que ayuda a los actores a poner lo mejor de su oficio al servicio del espectador.