Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta Zamora. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Zamora. Mostrar todas las entradas

domingo, 4 de noviembre de 2012

No estamos dormidos


Ha muerto Agustín García Calvo (1926, Zamora -1 Noviembre 2012 Zamora) . Filósofo, dramaturgo, filólogo, catedrático de griego expulsado en tiempos de Franco junto a Aranguren y Tierno Galván, poeta, traductor, premio nacional de ensayo en 1990, y de literatura drámatica en 199, fundador de la editorial Lucina, en el casco histórico de la pequeña ciudad castellana. El zamorano García Calvo, me trae a la memoria a personas de su alrededor como Chicho Sánchez Ferlosio, Amancio Prada, su viuda Isabel. Y lugares como Valorio, el Ateneo, y los cuarteles de Viriato en Zamora. 


Capítulo aparte merece este sucedido, donde las gentes de la capital castellana en 1990, asaltaron de manera civilizada y sin militares dentro, las instalaciones del Ministerio de Defensa que se iban a usar como moneda de cambio en una operación inmobiliaria desde la Junta de Castilla y León. Tras esa toma pacifica, García Calvo fundó en ese espacio una Escuela de Sabiduria Popular,  compartiendo espacio con sus escuchantes-dialogantes desde el año 1994 a 1997 una vez por semana, a las maneras del machadiano Juan de Mairena.

De porte provocador, así le gustaba dialogar, desde la pregunta incomoda; ácrata, libertario, libre pensador, paseante, defensor del tren como medio de transporte. A caballo entre Madrid y la vieja Zamora, tan pronto escribía sobre la felicidad, el capitalismo, los viajes en tren, o la comuna antinacionalista zamorana. Con elegancia y retranca. Desde la enjundia y la reflexión permanente, terminando en la rebeldía y el No me da la gana. Leerle, escucharle y recordarle es todo un lujo y una necesidad en los tiempos que corren. Activo, siempre lúcido,animando a ser lo que somos.



jueves, 3 de noviembre de 2011

Ben Clark a orillas del Duero


Un miércoles de noviembre con Ben Clark en Zamora

Con una lluvia otoñal
escuchamos la poesía del joven poeta.
Organizado por el
 En el salón de actos del Campus Viriato con esos tonos rojizos
 tan de los colleges británicos,
el poeta desmitificó la poesía, acercándola a los asitentes,
logrando que escucháramos atentos a alguien y no a algo.
Buscamos la reflexión tras la palabra.
Clark nos desgranó poemas y vivencias, e invitó
a los asitentes a despertar en esta epoca de crisis.
Declamó, rió y fue una tarde deliciosa entre amigos
y amigas en la tierra amiga a orillas del Duero.

Acero inoxidable
II

"Hijos de la bonanza" nos llamaban:
los que no conocieron ni hambruna
ni las agudas larvas de estridencia
chillando en el oído por las bombas.
Y cuando nuestras piernas tan delgadas
caían y sangraban porque el parque
era de un hormigón armado y frío,
se quedaban callados, observando
nuestro llanto con un gesto de sorna.

Debíamos vivir y dar las gracias
por la ocre rozadura en la garganta
que provocaba el aire al refugiarse.
Agradecer las flechas de las nubes
y que un fango lechoso a nuestros pies
-en un último gesto agonizante-
le mordiera las botas al progreso.
¿Y cómo agradecerles la alegría?
La risa provocada por los hombres
inocentes del mar
cuando se encaminan hacia el río
dispuestos a bañarse entre excrementos.

También estaba el tedio
de tener que explicarles a los niños
palabras como pueblo indio, oso
pardo, ballena azul o lince ibérico.
Pero esto eran minucias, sacrificios
en nada comparables con el sufrido
por aquellos que ahora nos decían
"hijos de nuestra sangre", tan severos.

Aunque a veces, es cierto, no era fácil,
simplemente intentamos ir viviendo.
Haciendo caso omiso al comezón,
al vacío que moraba en nosotros,
hijos de la bonanza;
los hijos de los hijos de la ira,
herederos de todos los despojos.

 "Los hijos de los hijos de la ira"
XXI premio de poesía Hiperión. Madrid: Hiperión, 2006.
Un buen lugar para despertar mentes y transformar a través del arte.