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lunes, 28 de enero de 2013

Otro boceto magistral de J. Berger


El toldo rojo de Bolonia (Abada)

Fascinado desde la niñez por el peculiar comportamiento de su tío Edgar, el atipico y polifacético y activo Berger (London, 1926) publica en 2007 (traducido y editado en 2011 aqui por Abada)  un homenaje a su tío. Un personaje singular. Un canto a Bolonia. Biografía. Conversaciones. Recuerdos.


Cariños. Un ensayo. Una guía por la memoria y la juventud.   Un periplo por el arte y la cultura. Unos silencios en forma de imagen y conversaciones. Un familiar singular, soltero, sensible, sin blanca. Escritor de cartas.  Escrito caótico a simple vista. Deslavazado. Poemas de unas pocas frases. Un librito que cautiva. 

Otra obra para seguir a este pintor, critico de arte, y longevo autor.
Sensible. Lleno de esas improntas que algún familiar maldito deja en el  alma de alguno de nosotros.
Conversaciones. Risas. Admiración. Música. Viajes. Sellos y paquetes y cartas postales.

Breve libro, que se mete en el bolsillo del abrigo invernal, y se lee en un banco de un parque al sol de enero. O en un bus. O en el metro. Formato minúsculo para un gran libro.








viernes, 30 de marzo de 2012

Crisis, o tal vez ¿hasta cuándo van a seguir apretando la tuerca para terminar con todo? ¿O para qué lo hacen?

Cuando pienso hoy en lo que hacíamos hace veinte años, me sorprende la precariedad de nuestra situación entonces, una precariedad que, entregados como estábamos a nuestra lucha, desdeñábamos o no veíamos. Y, aunque parezca extraño, esto me tranquiliza con respecto a aquello a lo que nos enfrentamos hoy, pues sugiere que en la precariedad reside nuestra fuerza.

John Berger, "De A para X" Una historia en cartas. 


Apenas puedo yo ya decir nada. 
Después de la poética de lo pequeño, de los miedos humanos, de la valentía ante lo gigante, de lo indestructible del ser humano.
Ante la inagotable fuerza del amor sólo cabe rendirse y enamorarse;
 ante la fuerza de los poderosos, ante lo aterrador de la injuria,
ante las pesadillas que se terminan por marchar y se olvidan noche a noche,
están siempre las humildes almas y su brillo en el Universo.
Queda siempre la esperanza de que los que reescriben
la pequeña historia del Ser Humano 
son  aquellos  que no gritan, que leen y no juzgan
son los que hacen su particular camino contra corriente 
pero sin dudar ni convencer,
aquellos que observan en silencio y realizan un boceto 
un garabato
un trazo
 que sobrecoge por su inocencia y limpieza ,
y  la Belleza  inunda todo
y  se enhebra el alma con razones para seguir viviendo, 
no como nos dictan testaruda e  intimidatoriamente,
sino como queremos vivir nuestra propia existencia.