Sin el valor añadido. Bajo el sol y bajo la luna. Artistas anónimos. Temas íntimos y universales.
La voz más personal. La espontaneidad. El grito sin filtros ni ahogos. El trazo limpio.
Un cuaderno de pastas duras para llevar en el bolsillo de la trenka. Apoyarlo en las rodillas y poder escribir todo aquello nos sacia los anhelos de belleza. Bocetos de incertidumbres y utopías. Una estilográfica de tinta azul.