Los Sonidos de la tierra. Proyecto hermoso. Humano. Humilde. De los que se cuelan hasta el tuétano y dejan una huella perecedera. Se tatúa en los corazones.
Integración social y educación por el arte en los basureros de Paraguay, allá donde la pobreza no da tregua, y no conocen un significado para la palabra desanimo.
¿Cómo puede sonar la basura?
Reciclan y construyen instrumentos de cultura: flautas y violines contra el analfabetismo.
Don Kola, cría cerdos, patos y construye instrumentos musicales con latas, palés, o candados. Afinados como los mas caros del mercado.
Con ellos se ejercitarán niños de las aldeas mas humildes de la zona de Cateura, en el Paraguay.
El maestro musical, investigador, musicólogo, y compositor Luis Szarán y su equipo ponen su trabajo y las enormes ganas de su bendita locura: ofrecer instrumentos y becas a niños y jóvenes del Paraguay.
Desde el 2005 sembrando utopías
que se recogen cada año en talleres de luthier,
en conciertos,
en escuelas de música.
La comunidad de padres, niños, maestros
en torno a la idea de crecer sobre los cimientos del lenguaje musical.
Crecer en autoestima, realizar el proceso de ser persona de una comunidad,
vivir en el compromiso personal y en el del grupo.
Descubrirse expresándose y desarrollando sus capacidades.
Asociaciones. Agrupaciones. Uniones. Esperanzas.
Notas musicales que surgen de lo construido y reciclado.
Al alcance de los que se empeñan en sacar su voluntad
de poder hacer sonar un instrumento
para remover(se)los corazones y las almas.
Aquí no caben los Stradivarius ni las academias de élite.
Hemos entrado en la Escuela Popular de Sabiduría.
Constructores de ilusiones, de sonrisas y de lloros por lo conseguido.
Agradecimiento y trabajo en grupo para ser equipo.
Esta vez los buenos propósitos se han materializado. Lo nacido del espíritu se impuso a la demagogia el derrotismo, y la charlatanería.
Por una vez las ideas que tanto prosperan, las falsedades, la fachada que solo es apariencia, han quedado eclipsadas por la fuerza y la osadía
de un grupo de personas que desean superarse y demostrarse
que hay otros caminos en los que desarrollarse infinitamente.
Yo ante esto me silencio.
Doy paso a los protagonistas.
A los que de verdad expresan.
Escucharles hablar y tocar su instrumento pone el alma patas arriba.
Bravo!!!!!
