Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta Bach. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bach. Mostrar todas las entradas

domingo, 18 de mayo de 2014

Ida




 
La película Ida, es una de esas cintas que te introducen en su alma y te atrapan desde que sales del cine y no te sueltan en años. Rodada en un hermoso blanco y negro, rodada en un formato inhabitual: el cuadrado 4:03, con una historia ambientada en la Polonia natal del director. Interpretaciones soberbias, acompaña los silencios de unos temas musicales elegidos con enorme acierto y sensibilidad. No quiero contar nada más de esta maravilla de  del polaco afincado en Alemania Pawel Pawlikovsk. Pausa, ritmo, poesía. En su BSO: Coltrane, Bach...


domingo, 7 de octubre de 2012

Jose Ángel Valente: soledades y trozos de amor

Jose Ángel Valente (Ourense, 1929-Ginebra, 2000)  y Eduardo Chillida (San Sebastián, 10 de enero de 1924 – San Sebastián, 19 de agosto de 2002), en los cursos de verano de El Escorial, verano de 1.995.
El poeta y el escultor, unidos por su pasión por la música de J.S. Bach. Unidos por las ganas de plasmar lo poético con la exactitud de la palabra adecuada. Unidos por el amor por la pintura, la luz, la fotografía, la palabra y las ganas de fijar la memoria a través del lenguaje del arte.


La escritura no es un acto, es un estado. La poesía es una práctica o una experiencia no agotada en su sola naturaleza verbal (o en su solo residuo o resultado verbal), anotaba el 10 de septiembre de 1971.

Estoy leyendo el "Diario Anónimo. 1959-2000" del poeta gallego. Citas, anotaciones, reflexiones, traducciones, fechas de viajes. Amigos, visitas a ciudades, a exposiciones de pintura, aviones, muertes,....La belleza, un paseo por un jardín perdido, la soledad, el dialogo interior, la incertidumbre del poema inconcluso. Intuyo a un poeta crítico consigo mismo, solitario, anónimo, culto, viajero, ...roto por la muerte de un hijo enamorado de la droga, y cansado de la vida vacía que le rodeaba. Diario literario, vital, ético, estético, ideológico,  intenso,  repleto de filosofía del lenguaje, y de las relaciones entre la palabra y el conocimiento. Descarnado, descarado, extremo en algunas opiniones, sincero y  cebado de citas de Baudelaire y Sartre, T. S. Eliot y Lorca, la tragedia griega y un viaje a Cuba, la mística (San Juan de la Cruz, Molinos, Eckhart), los románticos visionarios (Novalis, Hölderlin), la música y la pintura, el Oráculo manual de Gracián y la sabiduría zen del Tao, el flamenco, Edmond Jabès y la poesía como canto de frontera, el arte como revelación, lo órfico y lo prometeico, el carácter sagrado del ritmo, la lengua de los pájaros...   

Carmen Martín Gaite, y Jose Ángel Valente, amigos, unidos por la literatura, la amistad de sus hijas y por la  fecha de fallecimiento: Carmen se fue cuatro días después de que nos dejara Valente.



Esta imagen de ti

Estabas a mi lado
y más próxima a mí que mis sentidos.

Hablabas desde dentro del amor,
armada de su luz.

Nunca palabras
de amor más puras respirara.
Estaba tu cabeza suavemente
inclinada hacia mí.

Tu largo pelo
y tu alegre cintura.

Hablabas desde el centro del amor,
armada de su luz,
en una tarde gris de cualquier día.

Memoria de tu voz y de tu cuerpo
mi juventud y mis palabras sean
y esta imagen de ti me sobreviva.



Latitud

No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.

Se disuelve en el aire el llanto roto,
al pie de las estatuas
recupera la hiedra
y tu mano me busca
por la piel de tu vientre
donde duermo extendido.

El pensamiento melancólico
se tiende, cuerpo, a tus orillas,
bajo el temblor del párpado, el delgado
fluir de las arterias,
la duración nocturna del latido,
la luminosa latitud del vientre,
a tu costado, cuerpo, a tus orillas,
como animal que vuelve a sus orígenes.


Luego del despertar....

Luego del despertar
y mientras aún estabas
en las lindes del día
yo escribía palabras
sobre todo tu cuerpo.

Luego vino la noche y las borró.
Tú me reconociste sin embargo.

Entonces dije
con el aliento sólo de mi voz
idénticas palabras
sobre tu mismo cuerpo
y nunca nadie pudo más tocarlas
sin quemarse en el halo de fuego.